Queridos flanes de las mozas, en esta ocasión vamos a recrear más vuestros deseos viajeros, a la par que gastronómicos, porque si normalmente las mozas hacíamos muchas entradas de comida y una de viaje… Esta vez, ¡vamos a Extremadura! Y sí, puede que sea porque una de las mozas sea extremeña de pura raza, otra adoptada en esta tierra, otra con todas sus raíces allí y la otra moza… simplemente la pasó lo que os va a pasar a vosotros, que la enamoró (sobre todo la patatera). El caso es que con Mérida no nos bastaba, había que incluir algo más, así que hemos decidido mostraros también el precioso pueblo de Trujillo.
Vista de Trujillo desde lo alto del castillo
Trujillo está situado a 45 km. de Cáceres y a unos 250 de Madrid bajando por la A5. Un vez estés entrando en el pueblo, más si es de noche, todos tus sentidos se tendrán que agudizar porque tus ojos no se podrán apartar de la espectacular visión de su Parte Antigua.
Pero, para empezar con la ruta trujillana partiremos de la Plaza Mayor y mejor que sea de día, allí el primer paso es comprarse una botellita de agua, que luego os vendrá muy bien.
Plaza Mayor trujillana en un día soleado
Y ésta es la plaza de noche
Tras la compra podéis ver la Iglesia de San Martín que, siendo una iglesia muy bonita, su mayor interés es subir al balcón para contemplar la panorámica que ofrece de toda la plaza en general, comprobando cómo está compuesta de casas señoriales, algún día las mozas podremos comprarnos alguna, para que vengáis a visitarnos, más que nada. Algunas de estas casas son el Palacio de Piedrasalbas o el Palacio de la Conquista, el cual se sitúa justo en diagonal a San Martín. Y en él podréis ver una de las características más peculiares de las casas antiguas en Trujillo: ¡sus balcones esquina! Así es, queridos hamijos, se conoce que en los siglos XV y XVI fue cuando se empezó a inventar el arte del «cotilleo» y en Trujillo se fomentó con estos balcones, que permitían alcahuetear a ambos lados de la calle.
Balcón esquina del Palacio del Marqués de la Conquista
Y ahora llega el momento de subir, sí, porque Trujillo al estar situado en un cerro es lo que tiene, que está lleno de cuestas, pero por ello uno se siente mejor cuando llega al final y así dicho sea de paso hacéis hueco para la hora de comer. Así que llega el momento de adentrarse en la «parte antigua», a la cual se accede por las Siete Puertas.
En la parte antigua podréis las vueltas que queráis, veréis casas señoriales a cascoporro, iglesias casi a la par y muchas callejuelas. El truco para no perderse es intentar ir siempre hacia arriba, siempre que subáis iréis en la dirección correcta.
Esta zona se conoce como la Villa. Los sitios de interés, los cuales las mozas recomiendan visitarlos por este orden, son: la Alberca, uno de los tres aljibes construidos por los moros en Trujillo, este aljibe concretamente es el único que está al aire libre y servía para que el pueblo llano y los que no pertenecían a la realeza pudiesen también asearse un poco y no oler, tanto, a chotuno.
La iglesia más importante para visitar (y también la más bonita) es la de Santa María, cuyo retablo hace las delicias de los enamoraicos al arte. Las dos torres que se ven desde cualquier punto del pueblo pertenecen a esta iglesia. Una de las torres es la Torre Julia y en una de las esquinas superiores, si os fijáis bien, podréis ver el escudo del Athletic de Bilbao. Pero esa es una historia que os contaremos en otra ocasión. Porque llegados a este punto tenéis que reunir todas vuestras fuerzas para subir a lo alto de la Torre de Santa María. Sí, esto no es muy de mozas, pero no os lo podéis perder, sobre todo sus espectaculares vistas, las mejores de todo Trujillo.
La última parada es el castillo, una alcazaba construida por los moros (sí, al igual que medio Trujillo) y que durante muchos años sirvió como punto estratégico de la región por su situación y por la buena comunicación visual que tenía con el resto de castillos. Sí, mozos, este era el fin de nuestro periplo trujillano, ahora en el castillo podéis ir tranquilamente por sus murallas, disfrutar con las vistas, hacer las fotos que queráis y descansar. Porque el siguiente paso es bajar tanriquimartin a la plaza y sentaros en alguna terracita a tomaros una cerveza y a saborear lo mejor de la cocina extremeña, unas buenas migas, una buena moraga…
Vista interior del castillo con la Torre de Santa María y la Torre Julia de fondo
Una recomendación personal que os hacemos las mozas es que vayáis en Semana Santa, porque no es que en lo religioso destaque Trujillo, pero el Domingo de Resurrección se celebra lo que se conoce como el Chíviri, una fiesta regional que en sus inicios era una reunión de pastores para intercambiar productos, ovejas y pasar un buen rato. Ahora es casi lo mismo, sólo que sin ovejas y con el kalimotxo como principal producto. La plaza se llena y se pasa un muy buen día de fiesta. Además es tradición que para descansar al día siguiente se vaya todo el mundo al campo a comerse un buen frite de cordero y a pasar la resaca con más kalimotxo al solecito extremeño.
Además por si os habéis quedado con más ganas de viaje, Extremadura os da más opciones. Siempre podréis pasar el día en Monfragüe, un parque natural en pleno corazón extremeño donde la naturaleza te llena los pulmones y un buitre leonado siempre te puede acariciar el careto. No podéis dejar aquí tampoco de subir al castillo y contemplar en toda su totalidad la naturaleza extremeña, es impresionante.
Vista desde el castillo de Monfragüe
Para terminar, si veis que el día es muy caluroso, podéis pasaros por la región de La Vera, al noreste de Extremadura, compuesta por gargantas y riachuelos perfectos para refrescarse y pasar un día de cervecita, bocadillo y mozas, nosotras os recomendamos la garganta de Cuartos, tranquilita y con bares al rededor. Para acabar el día siempre podéis pasaros por uno de los pueblos de esta comarca (Jarandilla de la Vera, Jaraíz, Losar de la Vera) y comprar algo de pimentón y mermelada casera, que es de estas cosas que de ricas que están se te caen los lagrimones.
Granganta del Infierno (aunque no pertenece a La Vera para que os hagáis una idea)
Esperamos que os hayan gustado nuestras entradas extremeñas. Pronto tendréis las recetas de esta tierra de conquistadores.
¡Besos mocísticos y muchas gracias por los comentarios, queridos faaaanes!
Escrito por yasminisima
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